Seguramente a estas alturas del verano tu piel tiene un tono moreno que te gustaría conservar el mayor tiempo posible. Sigue estos consejos y conseguirás mantenerlo.
1. Exfolia tu piel
Es fundamental eliminar las células muertas que se han ido acumulando en nuestra piel durante los meses de verano. Esto nos ayudará a mejorar el proceso de renovación celular y, por tanto, el aspecto de nuestra piel.
2. Hidrátala a diario
Si tenemos la piel seca es más probable que ésta se descame, lo que dará lugar a la pérdida del bronceado; para evitarlo, debemos hidratar nuestra piel todos los días. Lo más recomendable es aplicarnos una crema hidratante por la mañana y una reparadora antes de acostarnos; de este modo, nutriremos nuestra piel y le devolveremos su elasticidad y firmeza.
3. Bebe agua
En este blog ya hemos hablado de la importancia de mantener la piel hidratada tanto por dentro como por fuera, ya que de la hidratación de la piel depende su flexibilidad y resistencia. Lo más aconsejable es beber 1 litro y medio de agua al día, distribuido a lo largo de la jornada.
4. Cuida tu alimentación
El consumo de alimentos ricos en betacarotenos, como las zanahorias, las espinacas, el melón y el melocotón, ayuda a mantener el bronceado durante más tiempo y con mayor intensidad.
5. También pueden ayudarte los autobronceadores
Son menos perjudiciales para la salud que los rayos UVA y, además de dar color, hidratan la piel y prolongan el tono moreno.
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Es el momento de preparar tu piel para el verano